Operación Swordfish es una de esas películas que gira en torno a hackers, y que como la mayoría, muestra una visión totalmente irreal, casi mágica de lo que es la informática. La película recibió en su día muy buenas críticas, pero tras la primera media hora cualquiera que conozca un poquito (sólo un poquito) qué es eso de la informática se dará cuenta que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Empecemos por la escena en la que el prota, Hugh Jackman, se ve obligado a entrar en un sistema de esos supuestamente superseguros (no recuerdo dónde era exactamente, pero era algo relacionado con el gobierno). Le ponen frente a portátil que no es suyo, donde se muestra una pantalla de login (con su cajita de contraseña), mientras uno de los secuaces de John Travolta le apunta con una pistola a la cabeza, y una rubia impresionante le hace una mamada. Tiene que conseguirlo en 60 segundos. Pues va el tío y se pone a teclear como un loco y entra en el sistema. Vamos a ver ¿cómo lo ha hecho? En cualquier pantalla de login, lo único que puedes hacer es teclear correctamente los datos de autenticación. Por muy fiera que seas, no podrás entrar si no conoces la contraseña. Los hackers que intentan entrar en sitios no autorizados, utilizan programitas, hechos por ellos mismos o por otro hacker, para "colarse". La forma de entrar es muy diversa, desde posibles "agujeros" producidos por un bug existente en el sistema (y conocido por el hacker), hasta probar todo tipo de contraseñas "a lo bruto" de forma automatizada. Pero siempre es necesario que el hacker disponga de herramientas, de esos programas que está acostumbrado a utilizar. En cambio, en la peli vemos que el tío se pone a teclear a diestro y siniestro en la pantalla de login. Para más hilaridad, cuando el Travolta le pregunta cómo lo ha hecho, se pone en plan místico con un "veo el código en mi mente" o algo así. Vamos, que sólo con ver la pantallita de login, el tío es capaz de saber sobre qué plataforma está corriendo el sistema, y cómo está implementado por dentro. Un adivino.
Lo siguiente que viene no sé si es aun peor (dificil, ya que el listón ha quedado muy alto). El Travolta le propone que cree un gusano que le permita entrar en no se qué sitio. Para ello le proporciona un mega-ordenador con muchos monitores (¿qué más dará el número de pantallas? lo importante es la capacidad de proceso) para que consiga crackear un sistema de encriptación que nunca había consegudo ser reventado. ¿Y cómo se hace esto? Pues según la película, con programita muy chulo que pinta cubos en 3D. Basta con rotarlos y hacerlos encajar, mientras bailas a ritmo de música marchosilla. No se necesita ningún tipo de conocimientos matemáticos avanzados, ni estudiar el algoritmo de cifrado.
En fin, puede que desde un punto de vista cinematográfico la película sea buena, que tenga una buena trama, buen ritmo, sorprenda... pero desde el punto de vista de un informático, es una burla.
Lo gracioso es que parece que sí se han documentado en algo. Al principio de la peli, sale otro hacker llamado Alex Torvalds. El apellido es en honor de Linus Torvalds, creador del conocidísimo Linux (que desde aquí recomiendo a todo el mundo).
ajjajaajaaja. El hacker típico debe tener muchas pantallas, para poder controlar muchas cosas a la vez. Si sólo tienes una pantalla eres una mierda de hacker.
ResponderEliminarTu cuarto no debe tener luces. Tienes que poner el brillo y contraste de las pantallas al 100% para que te deslumbre la cara. Si usas una lámpara eres gay. Se aconseja pintar la habitación de negro, para que sea más claustrofóbico.
Requisito indispensable es ser un inadaptado. Tener amigos (quitando los del foro de hacking) es de gays.
¿Programas? ¿traces? ¿whois? mariconadas. Si no eres capaz de escribir la contraseña al segundo intento (o al primero, como Trinity en Matrix Reloaded) mejor dedícate a la jardinería. n00b.
...y ni pensar en los tíos que despues de ver este tipo de pelis quieren terminar siendo hacker xD
ResponderEliminarEl comentario de Jose SUCKS...
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