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miércoles, noviembre 23, 2005

Desviando asteroides

En este país se da muchísima importancia a la política y al fútbol. Así, noticias de otros ambitos suelen pasar desapercibidas aunque traten sobre algo extraordinario. Eso ha ocurrido con el descubrimiento de un asteroide, 99942 Apofis, que tiene una pequeña posibilidad de colisionar con la Tierra. Tranquilos, la probabilidad de impacto es muy pequeña, de una entre 5.560. Aún así, fue el primer objeto en alcanzar un 2 en la escala Torino (una escala del 1 al 10 que mide la probabilidad y daño de un posible impacto con la Tierra), e incluso llegó a alcanzar un 4 durante un tiempo. Ahora tiene sólo un 1.

En cualquier caso, la NASA está estudiando el mandar una sonda para colocarle una "baliza" y seguir mejor su trayectoria, e incluso las posibles formas de desviarlo si fuera necesario. Es muy interesante comparar este caso con los que aparecen en películas como Armageddon y Deep Impact, y comprobar hasta qué punto se alejan de la realidad.

Empecemos con algunos datos de 99942 Apofis (al que de ahora en adelante llamaré simplemente Apofis, para abreviar). Es un asteroide de unos 400 m de diámetro y 46 millones de toneladas, que sigue una órbita alrededor del Sol, muy cercana a la de la Tierra: su distancia al Sol oscila entre 0,75 y 1,1 UAs (por definición, una UA es la distancia media entre la Tierra y el Sol). Se calcula que el 13 de Abril de 2029, pasará a tan sólo 36.350 km de la superficie terrestre, lo que es muy cerca, teniendo en cuenta que los satélites geoestacionarios se encuentran a 35.786 km. El problema es que el 13 de Abril de 2036 volverá a encontrarse con nosotros, con una pequeña probabilidad de chocar.

Todo depende de lo que ocurra durante el acercamiento de 2029. Los astrónomos han calculado que si el asteroide pasa por una determinada región del espacio de 600 m de diámetro en su encuentro con la Tierra, entraría en resonancia orbital con nuestro planeta, por lo que tendríamos una acercamiento peligroso cada 7 años. Hay que determinar si el asteroide pasará o no por esa región, ya que si no lo hace, tendremos la seguridad de que no colisionará con nosotros en el futuro.

Bueno, y todo este rollo, ¿para qué? Pues resulta que la Tierra tiene un diámetro de unos 12.800 km. Es bastante más fácil desviar un asteroide para que falle un blanco de 600 m que de 12.800 km. Es más, la NASA afirma que desviar un asteroide de ese tamaño para evitar un blanco tan grande como nuestro planeta, está más allá de nuestras capacidades tecnológicas actuales. No digamos ya el destruirlo.

Y aquí es donde vienen las odiosas comparaciones. En Armageddon, el asteroide tenía "el tamaño de Texas" (sic), estado norteamericano de casi 700.000 km2 de extensión. No solo lo desvían, sino que lo parten en dos trozos, cuando está ya muy cerca de la Tierra (ya había atravesado la órbita lunar antes de que los héroes se posaran en él), a pocos minutos del impacto. Parece más que evidente, vistas las diferencias de tamaño y tiempo de actuación, que es imposible hacer lo que ocurre en la película.

En Deep Impact son más modestos. El cometa en cuestión tiene unos 13 km de diámetro, y la misión se prepara con mucha antelación, teniendo lugar bastante lejos de la Tierra. Sigue siendo mucho mayor que Apofis (recordemos, 400 m), pero al menos, cuando destruyen el fragmento mayor in extremis, dan la justificación de que como los cometas no son más que trozos de hielo, al acercarse a la Tierra (y por tanto, al Sol), había perdido parte de su masa. Aunque posiblemente siga siendo inviable, desde luego tiene más verosimilitud que Armageddon.

Conclusión: si realmente un pedazo de roca o hielo de esos tamaños fuera a chocar contra la Tierra, no hay nada que pudiéramos hacer.

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10 comentarios:

  1. Sin embargo... Armageddon mola más que Deep Impact...

    :P

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  2. "En Armageddon, el asteroide tenía "el tamaño de Texas" (sic), estado norteamericano de casi 700 km2 de extensión"

    Creo que hay que corregir esa cifra.

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  3. Cierto, son 700.000. Tres órdenes de magnitud de error. "Casi na" :-)

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  4. Y para no ser menos, la ESA prepara una mision para estudiar un asteriode e intentar desviarlo de su trayectoria. ¿el nombre? Don Quijote, y la idea española.
    Aqui va la noticia http://www.astroseti.org/vernew.php?codigo=1552, donde mencionan tambien a Apophis.

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  5. perdonar mi ignorancia, que significa eso de "(sic)" ?

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  6. Un interesantisimo post, pero ¿no se ha hecho algun intento de variar trayectorias en el espacio?

    Si mi información es correcta y no me falla la memoria, que todo puede ser... el pasado verano la NASA intento cambiar ligeramente el rumbo de un pequeño ¿asteroide/cometa? ¿ Lo supe por algun postcast de "Ciencia en NASA"?

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  7. No lo sé. He buscado un poco con el Google y lo que he encontrado han sido referencias a la misión Deep Impact, donde dicen incorrectamente que el propósito de la misión es ensayar el desvío de un cometa (supongo que se habrán confundido con la película).

    Actualmente la ESA tiene una misión llamada Don Quijote, en la que se lanzarán dos sondas, Hidalgo y Sancho, hacia un asteroide. Hidalgo colisionará con el asteróide y Sancho registrará los efectos de la colisión, y el posible desvío de la trayectoria del pedrusco. Creo que la elección de nombres es por el famoso capítulo de los gigantes :-)

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  8. No, todavía no se ha llevado a cabo ninguna misión para analizar el desvío de un asteroide o cometa, lo único parecido fue la Deep Impact, pero tenía otro propósito. Pero ahora está muy de moda el tema. No sólo la ESA ha lanzado su propuesta de Don Quijote (misión tipo Deep Impact, pero esta vez con el propósito de desviar), también se ha publicado una estrategia teórica consistente en una especie de tractor gravitacional: una sonda de masa considerable (lógicamente, limitada por nuestras escasas capacidades de lanzadores) se colocaría en órbita alrededor de un asteroide. Una vez allí, a lo largo de años haría funcionar sus motores para ir alterando su órbita en una dirección determinada. Dado que la atracción gravitatoria es mutua (el asteroide/cometa atrae a la sonda, y la sonda a su vez atrae al cometa, aunque de forma proporcional a la masa de cada uno), al intentar la sonda variar su órbita de forma continua, en realidad está "tirando" del otro cuerpo en esa dirección. Problema: la enorme cantidad de propulsante que debería llevar la sonda (más peso); motores iónicos o nucleares podrían aliviar este problema, no obstante.
    De momento es teoría, pero como digo, parece que empiezan a tomarse en serio estas cosas. Saludos.

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