El domingo pasado pusieron en la tele Ghost Ship, una película sobre un barco fantasma que es encontrado por unos "recuperadores" de embarcaciones. Si bien una película de fantasmas no es la más adecuada para hablar aquí, sí hay un detalle que no tiene nada que ver con espíritus o fenómenos paranormales, y es totalmente erróneo: el barco va a la deriva, y en un momento dado los protagonistas descubren que se dirige hacia una zona de rocas que podrían hundirlo. Para evitarlo, y a pesar de que no funciona la propulsión del barco, mueven el timón para variar ligeramente el rumbo y evitar las rocas.
Veamos, la física que rige los movimientos de una embarcación a motor es bastante sencilla. Lo primero y evidente, es que flota debido al Principio de Arquímedes. Lo segundo y también evidente es que avanza por la Tercera Ley de Newton, o de acción y reacción: el movimiento de la hélice empuja el agua hacia atrás, por lo que el barco es empujado en dirección contraria. Hasta ahora todo muy fácil.
El timón es simplemente una pala plana y vertical situada en la popa, que normalmente está alineada con la quilla. Si se desvía a un lado, empujará al agua en movimiento en esa dirección, por lo que la popa se verá empujada en dirección contraria, nuevamente por la ley de acción y reacción. El barco cambiará su orientación, y por tanto el rumbo, puesto que las hélices seguirán impusándolo hacia delante. Es exactamente el mismo principio que utilizan los alerones de un avión, y que podemos experimentar en el ya conocido ejemplo de sacar la mano por la ventana en un coche en marcha.
Como veis, hay algo fundamental para que esto funcione: el movimiento del agua. Es decir, el barco debe moverse con respecto al agua. Bueno, pero ¿acaso no se mueve un barco a la deriva? ¿No es ese precisamente el problema? Si, pero es que un barco a la deriva se mueve principalmente debido a las corrientes marinas. Y eso quiere decir que es el agua quien arrastra al barco. Es decir, el barco se mueve porque el agua se mueve. O dicho de otra manera, la velocidad relativa del barco con respecto al agua es cero. Por tanto, pongamos el timón como lo pongamos, no conseguiremos variar el rumbo en absoluto.
¿Y el viento? pensarán algunos. ¿No influye? Pues sí, pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de un gran transatlántico, y que además no tiene velas ni mástiles. La superficie expuesta al viento es demasiado pequeña en relación a su peso. Además, en la película especifican que el barco se dirige a las rocas debido a las corrientes, no al viento.
Como siempre muy didactico. ¡Muchas gracias Alf!
ResponderEliminarAcertado post, pero quizas demasiado sencillo, en comparacion con lo que nos tienes habituados.
ResponderEliminarPor otro lado, el sabado en A3 (creo) dieron una pelicula / telefilm llamado supernova... Por lo que entendi de la publicidad de la peli, nuestro sol se convertia en supernova... queria verla, para ver tambien si la comentabas aqui, pero la siesta fue fulminante y no llegué ni al titulo inicial...
Alguien la vio? que tal?
Sí, yo vi la de Supernova y aunque seguro que tenía bastantes fallos, no me atrevo a buscarlos, no soy un experto.
ResponderEliminarCon lo que sí me quedé es con que nuestro Sol se iba a convertir en una supernova y aunque era únicamente la teoría de un científico, no que realmente fuera a pasar, la daban como noticia.
Yo tenía entendido de que nuestro sol es demasiado pequeño para convertirse en supernova, igual que para convertirse en un agujero negro, estrella de neutrones, etc.
Si alguien lo puede confirmar o comentarlo...
Saludos
Segun la wikipedia hacen falta unas ocho masas solare de partida para formar una supernova (http://es.wikipedia.org/wiki/Supernova). Aunque el limite minimo seria 1,44 masas solares una vez que llega al estado de enana blanca. (http://es.wikipedia.org/wiki/Límite_de_Chandrasekhar). Por cierto, que no vi la pelicula pero alguien me comento que pasaba a supernova ¡por la caida de unos meteoritos!. Espero que no fuese asi, porque seria otra barbaridad
ResponderEliminar¡Ahg! ¡Y yo me lo he perdido! Por lo que contáis, prometía mucho.
ResponderEliminarNo soy especialista en navegación, pero quiero matizar que el efecto del viento sobre un buque es apreciable, es lo que se conoce como abatimiento. El costado de un buque actúa como una vela, tanto mayor cuanto mayor sea la superficie de ese costado, en el caso de un trasatlántico esta superficie es muy grande, con lo que el abatimiento será función de la fuerza del viento y de la superficie expuesta. De hecho en una navegación se debe considerar el efecto del viento (abatimiento) y de las corrientes (deriva) para calcular el rumbo.
ResponderEliminarEn el caso de buque de la película, por mucho que metan el timón a cualquier banda, dudo mucho que pudiera cambiar el rumbo lo suficiente como para evitar el embarrancamiento.
Únicamente recordar la película "La Reina de África", en la que al atravesar unos rápidos con el barco Humphrey Bogart le explica a Katharine Hepburn que para mantener el control de la embarcación es necesario que esta se mueva en todo momento más rápido que el agua. Parece que los autores de Ghost Ship no ven buen cine...
ResponderEliminarsolo matizar un punto: dices q es un gran transatlantico, sin velas ni mastiles, la superficie es demasiado pequeña en relacion al peso. siento contradecirte, pero no siempre es asi. si un buque de esas caracteristicas, con sus grandes costados planos, presenta uno de estos al viento puede interferir en la maniobra, y lo cierto es q no se necesita un gran ventarron. respecto a la maniobra del timon, si q es cierto. en realidad es absurdo tratar de maniobrar un barco sin propulsion. para empezar en barcos tan grandes el sistema es oleohidraulico, asi q sin bomba no hay nada q hacer, pero la velocidad relativa barco/corriente no es cero. la velocidad del barco es siempre algo menor que la de la corriente, pues gran parte del mismo ofrece resistencia al aire, y en caso de vientos pueden hacer que el vector velocidad del buque no sea paralelo a del flujo de corriente
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