El envío de ayer me recordó otro tópicazo (erróneo, por supuesto) sobre los monitores de ordenador. Todos habremos visto alguna película en la que una persona está utilizando un ordenador, en un cuarto poco iluminado. Cuando se muestra un primer plano del personaje, vemos perfectamente proyectada la imagen del monitor en el rostro.
La película que más recuerdo en la que aparece este imposible efecto es No Debes Estar Aquí. Y la recuerdo especialmente porque no sólo se proyectaba perfectamente la imagen de la pantalla, sino que además lo hacía al revés: se podía leer el texto. Aún en el caso de que se proyectara la imagen (que no puede ser, como vamos a ver), lo haría de forma especular. Es decir, deberíamos ver la imagen como si estuviera reflejada en un espejo.
Cualquiera que tenga un ordenador en casa, puede comprobar fácilmente que por muy oscura que esté la habitación, y por muy fuerte que tengamos el brillo y el contraste del monitor, esto no puede ocurrir. Para proyectar una imagen nítida sobre una superficie, como ocurre por ejemplo en una sala de cine, cada punto de dicha superficie debe recibir únicamente la luz correspondiente a una porción muy pequeña (casi un punto) de la imagen que se quiere proyectar.
Esto, dicho así, parece complicado de entender, pero en el fondo es muy fácil. Pensemos en una sala de cine: hay una pantalla grande delante de las butacas, y un proyector detrás. Si miramos hacia el ventanuco de la sala de proyección, apenas veremos luz a menos que estamos en medio del haz, en cuyo caso nos deslumbrará (no hay que realizar este experimento una vez la película haya empezado, o nos arriesgaremos a las iras del público) . El haz mismo se puede ver si el aire de la sala tiene polvo en suspensión, y comprobaremos que forma un cono, desde el ventanuco hasta la pantalla.
La fuente de luz no es puntual (esto es, infinitamente pequeña), sino que tiene cierto volumen. Cada punto de ese volumen emite luz en todas direcciones, por lo que cada punto del celuloide será atravesado por varios rayos de luz en direcciones algo distintas. Sin la corrección adecuada, cada punto de la pantalla recibiría en realidad la luz correspondiente a varios puntos de la imagen que se quiere proyectar. Es por eso que siempre es necesaria una lente, de forma que a la distancia a la que se encuentra la pantalla, cada punto de la misma reciba la luz de únicamente un punto de la imagen.
Si observamos en cambio un motinor de un ordenador, comprobaremos que podemos ver la luz del mismo desde casi cualquier ángulo, siempre que tengamos línea de visión con la pantalla. Esto es porque la pantalla del monitor emite luz en todas direcciones. Si nos situamos delante, cada punto de nuestra cara recibe la luz de todos los puntos del monitor. Así es imposible formar una imágen. En realidad, nuestra cara se iluminará con una luz, cuyo color será la media de lo que aparezca en la pantalla.
Lo gracioso del asunto es que tanto los actores como el director y los cámaras, deben de saber necesariamente que eso es imposible, ya que la única forma de rodar una escena de ese tipo (sin recurrir a efectos especiales), es utilizando precisamente un proyector, apuntarlo hacia la cara del actor, y enfocarlo correctamente (y por eso además se puede leer el texto al derecho).
Hmmm... ¿Y si fuera un TFT antiguo, de esos que tienen un ángulo de visión mínimo? O usando un filto de privacidad, que sólo permiten ver una pantalla si se está directamente frente a ella..
ResponderEliminarEn este caso no habría enfoque, pero el número de rayos de luz emitidos por cada punto serían más o menos paralelos .
El problema de la imagen en espejo, y de la falta de potencia lumínica de los TFT seguirían existiendo, pero por lo demás.... Podría ser, ¿no?
Salu2!
Tampoco. Desde el momento en el que puedes ver la imagen completa, quiere decir que a cada ojo está llegando luz procedente de todos los puntos de la pantalla. Lo mismo ocurre con el resto de la cara.
ResponderEliminarNo, tampoco puede ser. Por muy direccional que sea un monitor los rayos de luz se entrecruzan.
ResponderEliminarSi fueran altamente direccionales, como un foco, no verias nada o solo trocitos de pantalla (y encima borrosos) dependiendo de la distancia de tus ojos a la pantalla. Nunca verias la pantalla completa.
Si te pones delante de una proyección con texto (por ejemplo de powepoint), los demás veran la letras sobre tu cara pero tu no verás nada. Solo un deslumbramiento.
En la foto vemos que la palabra "que" no puede leerla porque no está sobre el ojo.
Joer, pues sí, es de cajón, pero nunca lo había pensado. Gracias por abrirnos los ojos por enésima vez ;)
ResponderEliminarBuen argumento, sí señor....
ResponderEliminarSalu2!
Juande
Por cierto,si podemos leer perfectamente las palabras proyectadas en su cara,en la pantalla están invertidas, ¿no?
ResponderEliminarSi su pantalla está invertida horizontalmente, ¿Es capaz de leer y escribir al revés como Leonardo Da Vinci?¿Era un iniciado?¿Que misterios ocultos hay? ;) Nos esconden algo...lo sé.
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