Vais a pensar que me he vuelto un poco holgazán, pero he recibido un correo del Dr. Emilio Cano, del CNIM, sobre la polémica que surgió hace poco sobre lo "fácil" que es "colar" un fraude a una publicación científica. Y eso no es así en absoluto. Aquí reproduzco el correo:
Hace unas semanas surgió una importante polémica sobre la falsificación de resultados de investigación por el científico coreano Hwang Woo-Suk. No voy a entrar en ello, sino en la otra polémica que surgió a raíz de esta sobre la validez de los artículos publicados en revistas científicas. En algunos periódicos se leyó que algunas revistas científicas iban a mejorar su sistema de revisión de artículos para evitar fraudes. Este tipo de afirmaciones, junto al desconocimiento general de cómo funcionan las revistas científicas, hace pensar a mucha gente que cualquiera puede llegara a publicar cualquier cosa y, como consecuencia de ello, a desconfiar de manera sistemática de "los científicos".
Voy a tratar de explicar brevemente como funcionan las revistas científicas y la publicación en ellas. Para empezar, una revista científica es una publicación (en la mayoría de los casos) altamente especializada. Títulos de revistas como "Diamond and Related Materials" (Diamantes y Materiales Relacionados), "Annual Review of Fish Diseases" (Revisión Anual de Enfermedades de Peces) o "Bone" (Hueso) dan idea del grado de especialización de las mismas. Las revistas son el principal medio de divulgación de los resultados y avances científicos. Los artículos en ellas publicadas son la referencia y el punto de partida para cualquier investigador.
El proceso que se sigue es el siguiente: cuando un grupo de investigación obtiene resultados que suponen una aportación novedosa al campo en el que trabajan, se elabora un manuscrito en el que se exponen los antecedentes del tema, la metodología que se ha seguido en la investigación, los resultados que se han obtenido (con tablas, gráficas, etc.), la discusión e interpretación de los mismos, y para acabar, las conclusiones a que se ha llegado. Todo ello apoyado en una lista lo más exhaustiva posible de referencias a otros artículos sobre el tema. Este manuscrito se envía al editor de la revista que se considera más adecuada, por temática y audiencia, para la investigación realizada. Este manuscrito, y aquí viene lo más importante, no es publicado automáticamente. Ni siquiera es el editor de la revista el que juzga el manuscrito. Lo que se hace es someterlo a lo que se denomina "revisión por pares" (o peer review en inglés). Este proceso consiste en que el manuscrito es enviado a varios científicos (habitualmente 2 o 3) especialistas en la materia que, normalmente de manera anónima, lo revisan, dan su opinión sobre la originalidad y calidad del artículo, buscan posibles errores o imprecisiones, proponen análisis o interpretaciones para mejorar el artículo y, finalmente, hacen su recomendación sobre la publicación o no del artículo. En muchos casos, los artículos son devueltos a los autores para que corrijan los errores detectados, completen el trabajo o aclaren las objeciones expuestas por los revisores. En ciertos casos, este proceso se puede repetir varias veces hasta llegar a un estado final considerado adecuado.
Este proceso sirve para asegurar la novedad y el suficiente nivel científico de los artículos que se publican, para evitar errores o interpretaciones equivocadas (en la inmensísima mayoría de los casos cometidos de buena fe) y para mejorar el trabajo original. Es imposible asegurarse de que no hay fraude, sobre todo si el "falsificador" es alguien con un nivel puntero en el tema. Pero es, posiblemente, el mejor sistema para reducirlos al mínimo. Por definición, los avances científicos no son hechos constatados y asegurados que uno pueda discriminar fácilmente si son ciertos o falsos. Están en el límite de lo conocido. Nadie sabe más que el que más sabe de algo. Pero con este sistema, el "falsificador" no tiene que engañar a cualquiera, sino engañar a algunos de los que más saben sobre el tema. Obviamente, esto complica extraordinariamente el fraude.
En cualquier caso el mejor seguro contra los fraudes es el propio avance científico y el hecho mismo de la comunicación a través de las revistas no solo de las conclusiones obtenidas, sino de la metodología y discusión de la investigación. Cualquier resultado relevante será tratado de reproducir por toda la comunidad de científicos que trabajen en el tema. Si se verifica lo publicado, el artículo original (y con él los autores y de la revista) aumentará de prestigio, será citado constantemente y se reconocerá su carácter pionero, sirviendo de base para los siguientes avances. Pero si no se puede verificar lo publicado, como ocurrió con la fusión fría , el artículo original quedará desacreditado, ignorado y olvidado para siempre, excepto para el anecdotario.
En resumen, es muy difícil publicar un artículo fraudulento, pero es imposible (al menos desde mi punto de vista) que este fraude sobreviva, y antes o después será descubierto. Triste es que se conozca y se hable más unos pocos artículos fraudulentos que de los millones de artículos científicos, honestos e innovadores, publicados en revistas científicas (y el número no es una exageración).
Muy interesante y clarificador. Desde luego, es todo un halago que un Dr. se fije en este blog y envíe material :-).
Terminaré con un comentario, que en realidad no tiene que ver con la temática de este blog, y es la traducción de la palabra inglesa peer por par, que se veo que se está extendiendo en muchos ámbitos. Peer significa igual, y no par. Así, peer review sería algo así como "revisión por iguales", dado que son científicos de la misma especialidad los que revisan los trabajos, y pueden ser más de dos (curiosamente, en la Wikipedia, si vas a "revisión por iguales" te redirige automáticamente a "revisión por pares"). Lo mismo ocurre con las famosas redes peer-to-peer (P2P), que a veces aparecen en diversas publicaciones como "redes entre pares", cuando la traducción correcta es "redes entre iguales", haciendo énfasis en que está formada por máquinas de "igual categoría", en oposición a las redes tipo cliente-servidor, como la Web. Y además, las conexiones pueden ser entre más de dos.
No es por ser resabidillo, pero cuando traducen igual por par hacen referencia a la primera acepción de la RAE de este adjetivo:
ResponderEliminarIgual o semejante totalmente
Y no al hecho de que sean dos, entre dos, o cualquier número par.
Vaya, se me han adelantado con lo de la RAE :D
ResponderEliminarYo se muy bien lo que es la publicacion en revistas cientificas (aunque todavia no soy Dr. pero estoy en ello) y la verdad es que el email esta muy clara. No se puede decir ni mas ni menos.
Yo solo añadiria el tema de la autocensura. A veces los fraudes no se producen voluntariamente, si no por errores (los investigadores son humanos). Pero la presion es tan fuerte, que los propios autores se autocensuran hasta obtener unos datos totalmente fiables y rigurosos. Porque como bien dice el Dr Cano, va en juego tu prestigio. Un prestigio que cuesta labrarse muchas publicaciones de calidad y que puede echarse por tierra con un simple fiasco.
jeje, estoy de acuerdo ahi en el asuntillo del par. respecto a esto de los fraudes queria comentaros un reportaje de la bbc del 2kalgo, que desgraciadamente no se como se llama (aunq si sois de esos q usan el emule podeis buscar por bbc cold fusion) y trata sobre el ultimo fraude con la fusion fria.
ResponderEliminaryo lo vi en ingles, no se si estara traducido.
creo recordar q no es demasiado tecnico, apto para todos los publicos, sin sexo ni violencia. os lo recomiendo encarecidamente ;)
"Colar" un fraude es relativamente difícil. Que un editor cuele un artículo por cuestiones ajenas a lo científico es más fácil, y recientemente sucedió en EEUU con lo del diseño imbécil: el editor no aprueba la publicación, pero sí elige a los "primus inter pares" que efectuarán la revisión, y resulta que nadie revisa dicha selección. Luego lo único que hay que hacer es enviarlo a un par de científicos que tengan un currículum al menos aceptable y que sean firmes partidarios de la teoría en cuestion. ¡Presto! Cuando arribo a casa, tengo revisiones a pares.
ResponderEliminarNo es lo normal, de hecho es bastante infrecuente porque las revistas científicas no van por ahí arruinándose la reputación día sí y día también. Pero como pasar, pasa.
Menos mal que hablamos de ciencias físicas. Porque, si nos vamos a las ciencias humanas o sociales, la situación sí que se vuelve un caos: en ciertas partes de América se reconoce, por ejemplo, la existencia de las personalidades múltiples (psicología), pero no en otras partes, mientras en Europa parece haber un fuerte rechazo hacia todos esos casos espectaculares de personas con una docena de personalidades diferenciadas (se considera prácticamente un fraude). Pero claro, uno sólo tiene que irse a un sitio donde crean en su particular historia para encontrar quien se lo publique. En economía (mi campo), para qué os voy a contar: todo es falso o cierto, sin duda alguna, según a quien te dirijas, hasta el punto de que la propia existencia de la economía como ciencia, y no paraciencia, está para mí en entredicho. Tenemos premios Nobel que mienten deliberadamente en sus trabajos (Milton Friedman, por ejemplo), y eso sin contar los actualmente desprestigiados y muy "científicos" marxistas. También hay notables chorradas en sociología, y se publican sin el menor pudor. Es lógico, por ello, que algunos científicos sociales hayan tratado de aplicar las matemáticas a sus campos de estudio, más allá de la mera estadística, y en la mayoría de las ocasiones de forma muy torpe. Pero es que, claro, el prestigio de las Ciencias Exactas es algo a lo que todos querrían optar.
ResponderEliminarUn sólo ejemplo: el mercado ideal de manzanas. Un estudio en una importante revista concluyó que, dado que los fallos de mercado existían, pero parecen disminuir a medida que el mercado es progresivamente más grande, un mercado de manzanas ideal tendría que poner a la venta 10 elevado a 30 manzanas. Alguien les escribió lo siguiente: "¿Qué pasaría si en un mercado hubiese 10 elevado a 30 manzanas? UN AGUJERO NEGRO DE MANZANAS. Déjense de experimentos teóricos y vayan a la realidad, ¿vale?". Después de todo, se supone que la realidad es lo que la ciencia explica. Oh, lo olvidaba: en cualquier ciencia, si la teoría falla frente a la realidad, la teoría está mal; en economía, si la teoría falla, la realidad está mal.
Otro asunto importante sería la, digamos, originalidad de las publicaciones.El artículo en una revista cinetífica especializada debe ser original, es decir, nunca haberse publicado parte o toda la información. Evidentemente, para un mismo autor, el solapamiento es casi inevitable; lo normal (al menos en el mundo complutense en que vivo yo) es que el solapamiento sea vergonzoso.
ResponderEliminarTambién existe lo que mi grupo de investigacion y yo llamamos la técnica "lapicero"; si mi curva de vvcxvcxv frente a vcxcvx no se ajusta a lo que se considera normal, los experimentos se repiten a lápiz, inventandose los puntos experimentales que, a lo mejor, han costado varios años de trabajo.
¡Vaya! No tenía ni idea de que "par" pudiera ser sinónimo de "igual". Qué cosas.
ResponderEliminarSobre las "ciencias humanas y sociales", yo personalmente, y sin ánimo de molestar a nadie, no las considero ciencias.
La ciencia se basa en la observación, elaboración de teorías, y comprobación de las mismas mediante experimentación. Y a ver cómo haces experimentos (medibles) con la sociedad.
Una aparente paradoja de la ciencia es que las teorías científicas no se pueden demostrar, sino refutar. Me explico: cuando uno elabora una teoría, se deben realizar experimentos para ver si los resultados concuerdan con la teoría. Si es así, vamos por buen camino. Si no, la teoría no es correcta. Pero aunque la teoría resista numerosos experimentos, siempre queda la posibilidad de que nuevos experimentos la desmonten (y si no, que se lo digan a Newton y a la mecánica clásica).
Es más, una vez leí (no recuerdo dónde) que para que una teoría sea científica, deben poderse realizar experimentos capaces de contradecirla.
Creo que la frase final del comentario de Golias lo ilustra muy bien:
en cualquier ciencia, si la teoría falla frente a la realidad, la teoría está mal; en economía, si la teoría falla, la realidad está mal.
Entonces, la economía no es ciencia :-)
estoy de acuerdo con Alf. no es mi intencion ofender a nadie, pero por alguna extraña razon ahora todo son ciencias, titulaciones tecnicas... y no señores, las cosas no son asi.
ResponderEliminarla ciencia es teorica, porq debe elaborar modelos para explicar el mundo q nos rodea. ciertamente en ocasiones la cosa pasa de castaño oscuro. no seria extraño q pensasemos: "eso de los gluones es un invento del corte ingles". lo cierto es que ninguna teoria es buena. usamos modelos para explicar la realidad. no explicamos la realidad. en ocasiones he oido a gente decir: " eso no puede suceder porq entonces provocas una singularidad en tal ecuacion" el q suceda o no, no tiene nada q ver con el modelo planteado... pero cada uno tiende a enamorarse del modelo q plantea. y es logico, si no lo creyera no lo defenderia.
utilizamos modelizaciones para explicar los fenomenos q suceden a nuestro alrededor. en ocasiones la astronomia y la mecanica cuantica caen en extremos ajenos a la realidad cotidiana, hasta tal punto q se recae en unas matematicas extremadamente complejas. hay una ley de murphy q dice: "el universo no solo es mas complejo de lo que imaginamos, sino que lo es mas de lo que podemos imaginar".
por otro lado, considero q aplicar matematicas estadisticas a la bolsa, al precio de un bien o similar no es ciencia, es aplicar las matematicas a la economia. he visto profesores de economia que no comprendian que integrando podria obtener el beneficio, por estar representado este por un area. una cosa es que eches numeros, y otra muy diferente que eso sea una ciencia.
los cientificos explican el mundo, los tecnicos lo construyen
alf: lo jodido es que lo diga yo siendo economista, pero a veces los economistas tienen más de Iker Jiménez que de Adam Smith o John Maynard Keynes (grandes economistas y, estos sí, científicos).
ResponderEliminarY con la sociedad, si bien es cierto que no se pueden hacer demasiados experimentos (que no ningún experimento; lo que ocurre es que suelen tener graves consecuencias y no son aconsejables; regímenes totalitarios y teorías sociales extremas llevadas a cabo son ejemplo de experimentos, con la diferencia de que el fin de los mismos no es observarlos, valorar y rectificar en su caso, sino que suelen ser fines en sí mismos), sí que se puede teorizar, comparar con las observaciones, y refutar lo que sea falso. Keynes es posiblemente el mejor economista de la historia: fue contra corriente, refutó las teorías establecidas, y las prácticas económicas basadas en sus teorías duraron más de cuarenta años. Lo que pasa es que, al contrario que en las ciencias físicas, en las humanas y sociales el propio objeto de estudio es consciente de que está siendo observado, y de las normas que en teoría rigen su comportamiento. Y, tarde o temprano, tratará de cambiar o aprovecharse de esas normas. No es que Keynes estuviese equivocado; es que ya tiene mérito que, tras cuarenta años, tus teorías conserven algo de validez en semejantes condiciones.
Con todo, sí que es posible acercarse a la economía y a otras disciplinas de manera científica. Lo que ocurre es que no se hace comunmente. No existe esa práctica de refutación de las teorías fallidas; simplemente, se da una excusa y se sigue adelante. Y eso es lo deplorable, en mi opinión.
PD: sé que queda a desmano, pero la cantidad de Malaciencia que hay en las películas cuando se habla de economía es significativa. Todo el mundo parece convencido de que, si cae el valor de cotización de tus acciones, tu empresa se hunde, cuando puede darte exactamente lo mismo. De hecho, El Corte Inglés, primera empresa de España, ni siquiera cotiza en bolsa.
La carta de Emilio Cano es correcta pero hay algún mecanismo más que merece la pena comentar. El primero es que algunas revistas (las mejores) tienen un sistema de publicación rápida para aquellos resultados que no pueden esperar (problemas de patentes, relevancia extraordinaria...) con lo cual el procedimiento es algo más arriesgado que en la revisión convencional, que puede tardar desde algunas semanas (Science, nature), hasta un año o algo más.
ResponderEliminarY luego tenemos que los revisores (referees en la jerga) tienen como misión principal valorar la originalidad del trabajo, la corrección metodológica, lo adecuado de gráficos y fuguras... pero no son detectores de fraudes. Si un tipo presenta trabajos con datos inventados, los revisores no pueden saberlo, todo lo más sospecharlo porque a veces el entrenamiento hace que algo te huela mal aunque aparentemente todo esté bien.
Había desarrollado este tema un poco más hace algunas semanas en la entrada "El tramposo cutre":
http://golemp.blogspot.com/2006/01/el-tramposo-cutre.html
defendiendo al sistema que tiene algunas miserias pero que en general funciona bien. Saludos
Sobre la dificultad de realizar experimentos sobre una sociedad, por el simple hecho de que el mero conocimiento de ser objeto de un estudio, altera el comportamiento, hay una anécdota muy divertida e ilistrativa en el blog Historias de la Ciencia:
ResponderEliminarhttp://historias-de-la-ciencia.blocat.com/post/1052/37518
Gracias, Alf, por publicar mi correo.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con los comentarios de rmcantin y angel. Es un tema que daría para mucho.
Obviamente, como dice angel, colar un fraude no es imposible. Lo que si que creo que es imposible es que un fraude que realmente signifique algo para la ciencia (y no hablo de cambiar un punto en una gráfica) pueda perdurar.
En cualquier caso, lo que más pena me da y por lo que escribí a Alf, es porque la imagen que se da a la gente que no conoce el tema (la inmensísima mayoría de la sociedad) es que colar un fraude en una revista científica es tan facil como difundir un rumor en una revista del corazón.
Se me pasó, solo un detalle:
ResponderEliminarNo es CNIM sino CENIM
En los grupos en los que no hay jefe pero se necesita un "responsable" o cabeza visible para dirigirse a otros grupos, se nombra a un Primus Inter Pares (el primero entre iguales), con lo que lo del par es una acepción bastante mas clásica de lo que pensamos :)
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